Y cómo no, no podía faltar que de nuevo estuviese acompañado de mi novia para hacer pasar un buen rato a los niños del hospital Virgen Macarena. Vimos a algunos que ya conocíamos, ingresados de hace tiempo, que les hizo mucha ilusión volver a vernos, e incluso nos atrevimos hacer magia para ciegos y niños menores de 3 años, aunque nos damos cuenta que prefieren cuentacuentos, arte que empezaremos a desarrollar con marionetas en breve.
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